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Judía

Judía origen y generalidades, así como su taxonomía, y descripciones botánicas, morfológicas, fisiológicas y ciclo biológico o agronómico.

Origen y generalidades de la judía
EL origen de este cultivo se sitúa en América, en concreto en Centroamérica y Perú. Su utilización data desde la antigüedad, habiéndose encontrado indicios de su cultivo alrededor de los años 7500 A.C.
Fue un cultivo traído al viejo continente por Cristóbal Colón en el siglo XVI. De aquí se extendió después por África.
Los cambios más importantes que ha sufrido este cultivo en el proceso de domesticación han sido referidos al tamaño de frutos y semillas.
Una gran parte de las judías se utilizan para su consumo como grano seco. También se utilizan para recolectar en verde y aprovecharlas tiernas. Estas judías tiernas se pueden consumir directamente en fresco o utilizarlo para la industria de la conserva o congelación.

Encuadramiento taxonómico
Fabaceae Lindl.  Phaseolus vulgaris L.

Descripción botánica de la judía
Plantas herbáceas anuales, erectas o volubles y trepadoras, autoalógamas de autogamia preponderante.
Tallos angulosos, ramosos, uncinado-pubescentes y de hasta 4m. Raíces fibrosas.
Foliolos ovados y ovales, de 5-12 x 4-8 cm, con el borde entero, el ápice agudo o acuminado y uncinado-pubescente.
Peciólulo más largo en el foliolo Terminal. Flores con pedicelos de 6-15 mm, en racimos axilares o terminales, de 2-12 cm de longitud y paucifloros.
Brácteas y bractéolas perisitentes. Pétalos de color blanco, lila o violáceo y de 10-18 mm de longitud; el estandarte redondeado y emarginado, las alas unguiculadas y la quilla con pico enrollado 2 vueltas en espiral.
Legumbre péndula, recta o subfalcada, cilíndrica o comprimida, de ápice rostrado, de 6-50 x 1,4-2,5 cm, con el exocarpo carnoso y con o sin pergamino.
Semillas reniformes, ovoideas, cilindroideas o subglobosas y de 1-2 x 0,7-1cm. 2n = 22, 44.
Se cultiva por sus legumbres verdes que se comen como verdura y por sus semillas comestibles.
Multiplica por semilla.
Regiones templadas, cálidas y subtropicales de todo el mundo.

Caracteres morfológicos de la judía
Es una planta anual. El sistema radicular es fasciculado. Tiene a capacidad de nodulizar mediante una asociación simbiótica que mantiene con ciertas cepas de Rhizobium.
Los tallos son delgados y la altura que alcanzan depende de que se trae de especies de enrame o enanas. El crecimiento de estas plantas puede ser determinado, por lo que el tallo acaba en un racimo floral, o indeterminado, por lo que acaba en un ápice es vegetativo que dota a la planta de un carácter trepador.
Las hojas están constituidas por tres foliolos, poseen pequeñas estipulas en la base del pecíolo y tienen una superficie rugosa algo áspera al tacto.
Las inflorescencias pueden estar ubicadas de forma axilar en variedades de enrame, o de forma apical en las de porte enano. Las flores son de color blanco, rosa o amarilleto. Tienen el pistilo sin proteger por la quilla, por lo que pueden producirse hibridaciones por polen recibido del exterior.
La fructificación es en vaina más o menos alargadas de sección y forma variable y acabadas en punta. En el caso de judías que se utilizan para desgranar, están cubiertas por un pergamino y por un hilo que las hace prácticamente incomestibles desde el inicio de su formación. Sin embargo en el caso de judías para hortaliza esto tarda bastante más en lignificarse.
La semilla es de forma arriñonada o globulosa, de color y tamaño variable. Aproximadamente, y de forma media, el peso de las 1000 semillas es de 500 g. La capacidad germinativa de las judías es de tres años aproximadamente.

Caracteres fisiológicos de la judía
Este cultivo, al tener una germinación epigea, puede tener problemas en la nascencia si se produce una costra superficial que se lo impide. Los primeros nódulos aparecen cuando se desecan los cotiledones.
La sensibilidad que presenta este cultivo al fotoperiodo depende de que se trate de judías enanas o de enrame. Las enanas, generalmente no presenta sensibilidad al enrame, sin embargo, las de enrame pueden ser sensibles o de día corto.
De forma general, queda admitido que las variedades precoces no tienen respuesta al fotoperiodo, mientras que las variedades tardías si que lo tienen, de manera que, en plantas tardías, si se someten a mayor temperatura y fotoperiodo más largo se observa un retraso en la floración
Es un cultivo muy exigente en calor. Variaciones térmicas marcadas pueden provocar problemas en de crecimiento y de malformación de frutos . Temperaturas nocturnas inferiores a 8 ºC reducen los rendimientos, debido a que se inhibe el crecimiento de los óvulos. Además, temperaturas por encima de 30 ºC reducen la producción debido a no se forma polen de calidad.
Las temperaturas óptimas para recoger la máxima producción es de 20-25 ºC diurnos y 10-12 ºC de temperatura nocturna, una vez que se forman los capuchones florales.
Se puede utilizar el ac giberélico en forzado para conseguir mejorar el crecimiento de la planta y así adelantar la recolección. La aplicación de esta sustancia se debe realizar con cuidado, ya que si se aplica en demasía o en unas fechas inadecuadas pueden ocasionar problemas.
La formación de hojas en las plantas de porte enano se paraliza en cuanto se produce la aparición de las primeras flores. Sin embargo en plantas de enrame, la planta crece a la vez que forma las flores.
La aplicación de clormecuat cuando aparece la primera hojas con tres foliolos, en condiciones de día largo y sobre judías sensibles al fotoperiodo, adelantan la floración.
Aplicación de 4-CPA con temperaturas altas y baja humedad relativa favorece el cuajado de los frutos.
Las aplicaciones de ac. giberelico en determinadas plantas enanas puede estimular el crecimiento.
Si se bañan las plantas en ac giberelico a una determinada concentración después de la recolección, se previenen las podredumbres en el almacenamiento.
Las temperaturas óptimas de germinación son de 21 ºC, aunque el intervalo de temperaturas aceptables es bastante amplio, 5-30 ºC. Para una buena nascencia necesita temperaturas elevadas.
Las temperaturas óptimas de desarrollo están entre 15-20 ºC. Si se producen ligeras heladas, la epidermis de la parte superior de las pellas se desprende. Las heladas intensas son muy peligrosas.
Es un cultivo que se adapta bien a todo tipo de terrenos y es sensible a la salinidad.

Ciclo biológico o agronómico de la judía
Los ciclos de cultivo de judía más frecuentes se pueden dividir en los siguientes grupos:
- Ciclo extratemprano.- El semillero se realiza en diciembre-enero en invernaderos. La recolección se lleva a cabo a partir del finales de marzo. Es muy típico en los invernaderos tipo "Parral" en Almería y Málaga.
- Ciclo temprano.- Las siembras se realizan entre mediados de febrero y mediados de marzo. La recolección se inicia a mediados de mayo. Es un ciclo típico del litoral valenciano. Si se quisiera realizar siembras más adelantadas se acolcharía el terreno para adelantar la germinación.
- Ciclo normal.- Las siembras se realizan a partir de abril, ya en periodo libre de heladas. La recolección se inicia a partir de finales de junio. Generalmente no se utilizan medios de protección
- Ciclo tardío.- La siembra se realiza entre julio y agosto, para realizar la cosecha a partir de mediados de septiembre. En este ciclo el desarrollo de la planta se realiza muy rápido, por lo que la recolección se puede alargar hasta que la meteorología no acompañe. En el litoral mediterráneo se puede alargar hasta mediados de noviembre si no llueve mucho.
- Ciclo extratardío.- Las siembras se realizan entre septiembre y mediados de octubre para obtener cosecha a primeros de diciembre. Este ciclo necesita invernaderos y es relativamente frecuente en las zonas de Almería y Málaga.

 

La judía, taxonomía, y descripciones botánicas, morfológicas, fisiológicas y ciclo biológico o agronómico

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