Pin It

El fósforo asimilable por los cultivos o la fertilidad de un suelo en lo que al fósforo se refiere, se definiría como la capacidad del suelo de suministrar a los cultivos las cantidades que precisa, y en los momentos puntuales en los que es necesaria su absorción.

Las características físicas y químicas del suelo agrícola determinan la capacidad y ritmo al que el suelo es capaz de reponer el fósforo que las plantas van tomando de la solución.

En este proceso influyen, fundamentalmente, la textura, el pH, la caliza activa y la materia orgánica.

En definitiva, la fertilidad del suelo en fósforo para la práctuca de la agricultura es la cantidad de fósforo asimilable presente y, entendemos por asimilable, la fracción extraíble con ácidos débiles a una concentración definida.

En los laboratorios agronómicos se utilizan el método Olsen, que emplea como extractante el bicarbonato sódico, muy adecuado para suelos básicos, y el método Bray, válido para condiciones ácidas. Además de la determinación analítica del fósforo en el laboratorio, para el cálculo de la fertilización fosfatada se deben de tener en cuenta los factores que van a influir en la asimilabilidad de este elemento. De este modo, una vez definidos los contenidos en fósforo en el suelo y las necesidades del cultivo, se considerarán los siguientes factores, la Textura del suelo y el PH:

Textura del suelo agrícola y el fósforo asimilable

En suelos arenosos, con menor poder de retención de agua, a igual contenido en fósforo asimilable, mayor concentración en la solución del suelo.

pH del suelo en agricultura y el fósforo asimilable

En suelos calizos se fomentan los procesos de retrogradación o insolubilización por formación de fosfatos insolubles. Por el contrario, los suelos ácidos favorecen los procesos de mineralización y solubilización.

De esta manera, se pueden indicar los siguientes principios básicos a la hora de fertilizar con fósforo: 

En suelos con contenidos en fósforo, normales o altos, la fertilización debe tener por objetivo mantener la fertilidad del suelo, es decir, realizar un abonado de mantenimiento. El abonado debe coincidir con las extracciones de los cultivos siempre que el pH se aproxime a la neutralidad. Si el pH es muy básico se abonará con cantidades adicionales, mayores cuanto más arcillosa sea la estructura del suelo. 

En suelos pobres en fósforo el abonado debe cubrir las necesidades del cultivo, abonado de mantenimiento, y las necesidades para enriquecer el suelo. Se aportarán cantidades mayores cuanto mayor sea el pH del suelo y mayor su contenido en arcilla. 

En suelos ricos y muy ricos en fósforo se deberán reducir las dosis de mantenimiento e incluso suprimirlas, en mayor medida cuando se trate de suelos básicos, con gran contenido en arcilla. Las aplicaciones de fósforo pueden ser en presiembra o coincidiendo con la siembra. El fósforo se aplica normalmente junto con la primera aportación de nitrógeno y potasio. El abonado fosfatado se hará con mayor anticipación cuanto menor sea la solubilidad del abono que se emplee. Se recomiendan aportaciones en cobertera en el caso de suelos pobres en fósforo, con caliza activa y por tanto con riesgo de retrogradación, y tras periodos de heladas, inundaciones, etc.

Determinación de la fertilización fosfatada en agricultura

BALANCE DE ENTRADAS Y SALIDAS:
Necesidades de los cultivos:  
Rendimientos esperados - Sistema de cultivo - Rotaciones
Determinación del P asimilable:  pH - Textura - Caliza activa - MO
Equilibrio suelo-sistema de cultivo

DECISIÓN DE FERTILIZACIÓN:
Dosis a aplicar
Riqueza y solubilidad en fósforo de los fertilizantes utilizados
Momento de aplicación: Sementera - Cobertera
Forma de aplicación: Voleo - Localizado

 

Fósforo asimilable por los cultivos - Fertilización Fosfatada en Agricultura

Utilizamos cookies propias y de terceros para hacer posible y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Ver más