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Fertilización con Magnesio, conociendo su Situación en el suelo las Entradas y salidas, para una correcta nutrición del los cultivos en agricultura, con recomendaciones prácticas.

El contenido de magnesio en los suelos es variable, siendo la media estimada de 0,5%.

Su dinámica en suelos sigue pautas similares al calcio:
En suelos ácidos, lavados, pueden presentarse niveles bajos, mientras que
En suelos básicos, poco lavados, puede llegar a valores más elevados.
En suelos ácidos y neutros está presente mayoritariamente incorporado en la estructura de minerales, de forma no utilizable por las plantas.

Su disponibilidad está asociada a su presencia en las superficies de intercambio donde debe ocupar alrededor del 15% de la CIC, normalmente procedente de la meteorización de diversos aluminosilicatos que contienen magnesio, aunque también de su incorporación a través de residuos orgánicos (menos del 1% del Mg del suelo) y de la adición de encalantes o fertilizantes.

Sus pérdidas se deben a la exportación de los cultivos, escorrentía y lavado del suelo. Al contrario que el calcio, el magnesio puede ser tomado activamente por las plantas donde es relativamente móvil, por lo que su deficiencia es causada principalmente por su bajo contenido en suelo y por el antagonismo catiónico.

La deficiencia de magnesio según diferentes suelos y su forma de fertilizar en agricultura:

Suelos lavados ácidos

Hay que encalar estos suelos y si hay deficiencia de calcio se debe añadir dolomita, para incrementar el magnesio a la vez que el calcio, y aumentar el pH.

Suelos neutros lavados o con poco Mg intercambiable, o calizos

Si los niveles de Mg asimilable están por debajo de 200 mg/kg de suelo o las relaciones K/Mg o Ca/Mg son superiores a 0,5 o 10, respectivamente, se deben aplicar fertilizantes o enmiendas magnésicas, como el sulfato magnésico, cloruro magnésico, hidróxido magnésico, kieserita, epsonita, etc.

El hidróxido magnésico puede aumentar el pH del suelo y el cloruro tiene como inconveniente la incorporación de cloro, no deseable en cultivos sensibles a la salinidad.

Las dosis oscilarán según la necesidad del cultivo. Valores medios podrían ser 15-30 kg/ha de MgO en cítricos, frutales y hortícolas y entre 25 y 40 kg/ha de MgO en remolacha, girasol y crucíferas. La aplicación foliar incrementa la eficacia del Mg incorporado a través de complejos y, aunque con un mayor costo, mediante quelatos de magnesio.

Se deben evitar las aplicaciones foliares de sales para disminuir el riesgo de daños en la hoja, que pueden ocasionar altos niveles de aniones, como el cloruro.

En cultivos fertirrigados y en hidroponía, el magnesio se aplicará en la disolución nutritiva, una vez que se han tenido en cuenta los niveles presentes en el agua de riego y el posible aporte del abonado de fondo. Un valor de referencia adecuado es de 2 cmolc de Mg2+/l, (aproximadamente 2.500 g de un producto con un 15% de MgO por hectolitro de agua de riego), nivel que se debe aumentar si el agua de riego presenta niveles elevados de Ca2+ o Na+. 

 

Fertilización con Magnesio - Situación en el suelo - Entradas salidas - Recomendaciones prácticas

Comentarios   

0 # Rafa Fuentes 25-04-2015 17:19
Hola sembré guisantes en Enero y veo algún corro amarillo en ellos me han dicho que es clerosis ¿cómo debo de tratarlos?
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